Los juegos del hambre, en llamas —Así que, ¿qué deberíamos hacer con nuestros últimos días? —Yo sólo quiero pasarme cada posible minuto del resto de mi vida contigo. —Responde Peeta. —Ven, entonces. —Digo, metiéndolo en mi habitación Los juegos del hambre, en llamas Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con Facebook
0 comentarios:
Publicar un comentario