7 dic 2013

Blanca como la nieve, roja como la sangre

«El dolor me obliga a cerrar los párpados a esconder los ojos. siempre pensé que devoraría el mundo con mis ojos, que como abejas se posarían sobre todas las cosas para destilar su belleza. pero la enfermedad me obliga a cerrar los ojos por el dolor, por el cansancio. poco a poco he ido descubriendo que con los ojos cerrados era visible toda la belleza del mundo, y esa belleza eres tu Dios! si tu me hacer cerrar los ojos es para que yo este mas atenta cuando los vuelva a abrir.»
—Blanca como la nieve, roja como la sangre

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