7 dic 2013

Blanca como la nieve, roja como la sangre

«Llega el día en que te miras al espejo y no eres el que te esperabas. Sí, porque el espejo es la forma más cruel de la verdad. No te reflejas como eres realmente. Querrías que tu imagen se correspondiese con quien eres por dentro y que los otros al verte pudieran saber en el acto si eres sincero, generoso, simpático… pero resulta que nunca se puede prescindir de las palabras ni de los hechos. Tienes que demostrar quién eres.»
—Blanca como la nieve, roja como la sangre.

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