7 dic 2013

El club de los corazones solitarios

Y entonces sucedió.
Allí estaba.
Más alto.
Más maduro.
Ya no era solo guapo, sino sexy.
Y era mío.
Quería estar conmigo. Y yo, con él. Parecía así de simple.
Al poco tiempo estábamos juntos. Por fin, juntos de verdad.
Solo que no fue el cuento de hadas que yo había esperado.
Porque los chicos cambian.
Mienten.
Te pisotean el corazón.
—El club de los corazones solitarios

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