15 may 2014

Una abundancia de Katherines

«Colin se libró de los abrazos y se sentó en su cama. Sintió una necesidad tremenda de sacarlos de su habitación inmediatamente, como si no se marcharan, fuera a estallar. Literalmente. Intestinos por las paredes; su prodigioso cerebro vaciado sobre su colcha.» 
—Una abundancia de Katherines

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